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Hace apenas tres meses, hablamos sobre la importancia que tenía la palabra de Elon Musk dentro del ecosistema. Cada mensaje suyo tenía efecto inmediato. Sin embargo, lo que fue una tendencia parece que quedó en el olvido...
El creador de Tesla y Space X tiene más de 50 millones de seguidores en Twitter, su red social favorita, y desde allí impulsó el crecimiento de Dogecoin, su criptomoneda fetiche. La llevó al pico máximo de $0.7376 dólares con mensajes positivos como que SpaceX pondría literalmente a DOGE en la luna.
Luego, tras anunciar que Tesla no aceptaría Bitcoin como medio de pago por su política minera antiecologista, se dio el camino inverso. Todo lo que subió, bajó. Y el deseo de "to the moon" se esfumó como arte de magia. Hoy DOGE solamente vale $0.1888 dólares.
Consciente de su poder, Musk no dejó de escribir sobre criptomonedas. Esto, claro está, lo volvió de líder del movimiento cripto a enemigo N° 1 en cuestión de días: sus acciones en gran parte contribuyeron para que muchos comenzaran a desconfiar en los activos digitales.
Sin embargo, sus últimos mensajes no impactaron en el ecosistema, por lo que Musk pudo haber perdido su poder.
El segundo hombre más millonario del mundo según la prestigiosa marca Forbes le respondió un mensaje a un seguidor, que escribió que Teslavisión, la cámara/pantalla que tienen los autos eléctricos de la compañía, reconocen perros.
"Tal vez si ve un Shiba Inu, el automóvil muestra un Dogecoin", publicó Elon a modo de broma.
Maybe if it sees a Shiba Inu, the car renders a Dogecoin …
— Elon Musk (@elonmusk) July 13, 2021
Lo que en otro momento hubiera significado una explosión, no tuvo su efecto. DOGE pasó de $0.2008 a $0.206 dólares antes de nuevamente continuar con su ciclo bajista. Los mensajes se volvieron tan comunes que las respuestas ya no suceden…
Los primeros mensajes de Musk sobre DOGE impactaron en su precio pues el activo digital llegó a subir hasta más de un 100%, con una capitalización de mercado de $86 mil millones de dólares. Vale recordar que es una criptomoneda que nació como meme, sin un proyecto detrás como tienen Ethereum, Cardano o Bitcoin, sólo por citar algunas.
Con el tiempo, ese 100% se redujo notablemente hasta llegar al momento de hoy en día. ¿Musk se benefició con sus mensajes positivos y lanzó algunos negativos para sacar rédito económico? No se sabe, pero todo invita a pensar que sí, que hubo manipulación. Aunque esto no deja de ser más que una teoría.
Más allá de la polémica, Musk se muestra comprometido con Dogecoin y a principios de julio expresó su apoyo a la próxima actualización que tendrá la red, que permitirá que las tarifas sean aún más baratas y las transacciones aún más rápidas. Incluso situó a la memecoin por delante de BTC o ETH, acusando la falta de escalabilidad de las más poderosas del mercado.
La varita mágica del CEO de Tesla parece haberse quedado sin efecto. ¿Llegarán nuevos trucos, tendrá un as guardado bajo la manga? Con el tiempo se sabrá. Mientras tanto, el mercado sigue su rumbo sin escucharlo demasiado.
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