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Mucho se ha hablado acerca del uso de los activos digitales en las finanzas internacionales, de las apuestas para ganar más dinero y de los casos de grandes pérdidas ante el desconocimiento del mercado o de poner “todos los huevos en la misma canasta”.
Sin embargo, es un hecho que mientras que para algunos son simplemente otro medio de inversión, para otras personas simplemente representan su única forma de subsistencia. Este es el caso de los ciudadanos de la Franja de Gaza, un territorio palestino autónomo administrado por el partido islamista palestino, Hamas, desde 2007.
En esta región la guerra ha matado más que solo soldados, sino también, pequeños negocios y con ellos, las esperanzas de quienes los administraban para poder sobrevivir.
Debido a varios bloqueos por los problemas políticos de la región, el conseguir un empleo se vislumbra una labor titánica, debido a que el desempleo supera el 45 por ciento, además de que la tasa de pobreza ha llegado a casi el 80 por ciento, sumado al hecho de que la Autoridad Monetaria Palestina en Ramallah no es capaz actualmente de emitir billetes, razón por la cual los palestinos de Cisjordania y Gaza, prácticamente dependen de las donaciones y la ayuda humanitaria internacional como salvavidas financiero.
Debido a estas circunstancias, es que muchos palestinos huyen del colapso de la economía, acogiéndose al trabajo independiente en línea como casi único medio de supervivencia, y desde 2020, un número creciente de palestinos ha encontrado en las monedas digitales una forma de evadir las limitaciones monetarias israelíes y poder literalmente, subsistir, comprando e intercambiando criptomonedas.
Recordemos que los activos digitales como el Bitcoin, brindan la posibilidad a sus usuarios de realizar transacciones independientes entre pares sin intermediarios, además de tener la gran ventaja (en este caso) de ser resistente a la censura.
Asimismo, cada vez que se registra cualquier tipo de transacción, es posible monitorearla, además de que el dinero se puede rastrear fácilmente por medio de la cadena de bloques (blockchain). Pero lo mejor de lo mejor para los gazatíes, es que el Bitcoin no es una moneda centralizada que los bancos de Israel puedan controlar, limitar o rastrear, lo que puede casi garantizarles un ingreso seguro.
Es así que, dado que está abierto para todos y es muy fácil de aprender, el comercio de activos digitales es una salida para miles de ciudadanos en Gaza que tienen que lidiar con el desempleo y la pobreza, a pesar de su extrema volatilidad.
Para un gazatí, la volatilidad, no se traduce en otra cosa que ganar dinero, no obstante, saben que hay mucho dinero que perder, lo que desconcierta especialmente a quienes piden dinero prestado o venden joyas para invertir.
Sin embargo, el poder hacerse de algunas criptomonedas si bien podría parecer la solución a sus problemas económicos, antes hay que flanquear otros obstáculos, ya que, mientras los palestinos de Gaza cada vez más adoptan al mercado cripto, Palestina está obligada a usar el shekel israelí como moneda principal.
Asimismo, los palestinos no pueden abonar sus shekels, dólares o dinares jordanos en exchanges en línea, ya que ninguno de ellos opera con bancos locales en Palestina.
Estas limitaciones hacen que el uso de los activos digitales sea más difícil, dado que, cuando la gente quiere cobrar sus tokens digitales, no pueden hacerlo como cualquier persona que va al banco y retira una cantidad de dinero, en su lugar, requieren de un intercambio extrabursátil que esté dispuesto a trabajar con los bancos locales, y que además, Israel no pueda rastrear, monitorear ni limitar.
Por tanto, una de las pocas opciones disponibles para conseguir dinero, es que una persona envíe sus Bitcoins a alguien fuera de Gaza que pueda cambiarlo por dinero local, para posteriormente, éste lo envíe de regreso a Gaza a través de cuentas bancarias como MoneyGram o PayPal y confiar ciegamente en la buena voluntad de esa persona para que no se quede con el dinero.
Por si esto no fuera poco, además las limitantes crecen al tomar en cuenta la escasez de acceso a smartphones y el hecho de que muy pocas personas tienen conocimientos técnicos sobre las monedas virtuales y las opciones de pago en línea.
Así es la vida en Gaza, un lugar en el que la represión israelí y la volatilidad de las monedas virtuales hace que sus ciudadanos vivan en un estrés constante, sumado al hecho de el ejército israelí, ha estado tratando de reprimir el comercio de criptomonedas en Gaza, incautando diversas billeteras electrónicas, como medida para cortar los ingresos del grupo palestino Hamas.
Al respecto, Benny Gantz, ministro de Defensa israelí saliente, dio luz verde a los militares para incautar billeteras cripto que consideren, son utilizadas para financiar al liderazgo de línea dura de Gaza, catalogado como grupo terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea entre otros.
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