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Desde hace años que China y Estados Unidos se encuentran enfrentados en materia económica y tecnológica. Ambos buscan y transitan el camino de ser el país más poderoso del planeta, carrera que se disputan cada vez con más vehemencia.
Las amenazas más recientes de Donald Trump y las prohibiciones del gobierno asiático abren el panorama para la tecnología descentralizada, la que no conoce de autoridades ni fronteras.
Los máximos representantes de Estados Unidos aseguraron que analizan la prohibición de la aplicación de mensajería WeChat, que utilizan más de mil millones de chinos, como así también quitar las operaciones estadounidenses de TikTok.
Esto afectaría a 19 millones de usuarios activos en América, que se comunican por esa vía con China, ya que Telegram, WhatsApp y Facebook están bloqueados por el gobierno local.
Las aplicaciones descentralizadas (DApps) están basadas en la tecnología de cadena de bloques, lo que permite almacenar los datos de manera distribuida y significa que no hay una sola empresa que controla todo. Sin embargo, por el momento, su funcionamiento es limitado, según reconocen los propios usuarios de blockchain.
"Las actividades diarias de chat todavía se mantienen en el mundo de la Web 2.0. La interfaz de usuario/experiencia del usuario debe ser tan buena como las basadas en la Web 2.0, y actualmente este punto es el obstáculo universal para que se adopte cualquier aplicación descentralizada", le explicó Mable Jiang, director de Multicoin Capital, empresa estadounidense con un enfoque en criptomonedas y tecnología blockchain, radicada en Beijing, a Coindesk.
La amenaza de Trump hizo que las descargas de WeChat, como así Signal, otra aplicación de mensajería encriptada, aumentaran considerablemente. Los usuarios estadounidenses instalaron la última versión de la aplicación antes de que se eliminen de las tiendas.
Los proyectos de mensajería instantánea en blockchain existen, como el de Status, la empresa basada en Ethereum que buscaba ser la competencia de WhatsApp, o Telegram, que pretendía el lanzamiento de Telegram Open Network (TON). Aunque problemas legales con la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), entre otros, tiraron por la borda cualquier innovación.
“La tecnología descentralizada ha mejorado enormemente en los últimos tres años en términos de rendimiento y experiencia del usuario. Sin embargo, gran parte de la tecnología está todavía en su infancia y requiere muchas mejoras para ser comparada con los sistemas heredados y las aplicaciones de mensajería Web 2.0", expresó Jonathan Zerah, quien desempeña el rol de director de marketing de Status.
Por el momento, las aplicaciones de mensajería basadas en blockchain solamente tienen las funciones más básicas, que son las de mensajería de texto y chat de audio. No está la posibilidad de enviar fotos ni tampoco hacer videollamadas. Y su mayor virtud, que es la de mantener la privacidad, no parece ser una prioridad en los usuarios. Facebook, por ejemplo, almacena datos de usuarios para después utilizarlos para vender anuncios.
“Muchos de los problemas de la descentralización radican en el intercambio de seguridad y privacidad por conveniencia. Creo que es necesario que existan mejores sistemas para las identidades y el crecimiento de la red sin sacrificar la privacidad personal y la privacidad de sus contactos", aseguró Zerah.
Más allá de la capacidad de las aplicaciones descentralizadas, Zerah admite que las DApps no escaparían a las prohibiciones gubernamentales:
"Con la actual infraestructura de Internet disponible y la dependencia general de los proveedores de servicios de Internet (ISP), las aplicaciones descentralizadas no están realmente libres del control del gobierno. Todavía se requiere una conexión a Internet para acceder a aplicaciones descentralizadas, que en última instancia son operadas por corporaciones centralizadas o incluso gobiernos; esto se ha demostrado en Europa del Este y otras partes del mundo".
El caso de las elecciones presidenciales de Bielorrusia fue claro: el país tuvo un corte de Internet nacional y total. Todas las redes sociales y sitios de mensajería, como Twitter, Instagram, se cayeron. En caso de haber aplicaciones descentralizadas, también se hubieran visto afectadas. El gobierno sigue con el poder de control.
¿Hay solución? Sí, una red de malla descentralizada. Esto permite que los dispositivos se conecten a muchos otros nodos en los que los datos se pueden enrutar entre los usuarios.
GoTenna, startup de Nueva York, tiene como propósito construir una red de micropago Bitcoin para que las comunicaciones móviles se envíen como mensajes de texto. La tecnología base para esta red es Bitcoin Lightning Network, y la aplicación se basa en el sistema operativo Android.
Si bien está claro que las aplicaciones descentralizadas tendrán un papel protagónico en los próximos años, hoy los proyectos están en pañales y con muchas ataduras a las acciones gubernamentales de Trump o China, por ejemplo. De a poco, las cadenas continuarán rompiéndose.
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