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Han transcurrido las primeras semanas de agosto y la pandemia que azota el mundo entero desde enero continúa, y con ello, múltiples factores que se han detonado como efectos colaterales. Tal es el caso de la economía mundial, que está atravesando momentos de total incertidumbre ante eventos que no estaban previstos.
Afortunadamente en el viejo continente, la pandemia está atravesando un periodo de declive gracias a las medidas que han impuesto los diferentes países. Estas decisiones se está viendo reflejado en su economía ya que gracias las medidas sanitarias contra el Covid-19 permiten darse el lujo de abrir los comercios y de esta manera, dar cabida al flujo de efectivo que se necesita.
Pero, mientras que en un lugar es de día, en otro es de noche y es exactamente lo que se vive en América. En esta parte del mundo, la pandemia llegó muchos meses después y se está experimentando lo que en su momento vivió Europa.
Este suceso totalmente inusual, tomó al mundo por sorpresa y es hasta cierto punto normal, que se vea reflejado en la economía. Los contagios siguen en aumento y con ello, la mayoría de los negocios continúan clausurados o con medidas muy rigurosas lo cual se deriva en pérdidas de clientes potenciales.
Definitivamente la situación que se está viviendo, no es la óptima, sin embargo, también hay que aprovechar las oportunidades que se abren en el mercado. En medio de una crisis, el flujo de dinero simplemente está en constante movimiento y puede estar en mercados que no tienen los reflectores de una situación normal. Actualmente, varios inversionistas han decidido tener su riqueza en lugares seguros como lo son el Bitcoin, el Oro y la Plata.
En días anteriores, el precio del Bitcoin se disparó en un 53% de acuerdo con la información mostrada por el sitio especializado de criptodivisas Messari. A pesar de las caídas en marzo del presente año de la criptomoneda más popular, estos últimos días ha tenido un repunte fantástico que se traduce en una cantidad grande de inversionistas dispuestos a comprar Bitcoin.
Aunado a la preferencia de los inversionistas por la fortaleza financiera de los metales y el oro virtual, la caída del dólar también es un punto importante para mencionar. Una de las monedas más fuertes en el sector financiero, tampoco ha tenido sus mejores días y aunque trata de tener un mejor comportamiento, este año ha tenido varias bajas.
Julio definitivamente no fue el mes más fructífero para el dólar ya que tuvo llegó a tener la caída mensual más baja de su historia, (4.2 %) lo cual fue uno de los factores por lo cual, muchos inversionistas decidieron voltear a ver otros mercados donde se sintieran seguros.
Para poder analizar la situación actual del BTC tenemos que retroceder un poco en el tiempo, precisamente a finales del 2017.
En 2017 después de tener un año relativamente “normal” nos sorprendió al dispararse de una manera nunca vista. El Bitcoin alcanzó su máximo histórico con un precio que rondaba los $ 20,000 USD. Una moneda relativamente nueva llegaba a uno de los puntos más altos en su historia y de una forma en la que ni sus creadores pensaron que llegaría a ese récord.
Aunque actualmente está un poco alejado de esa cifra, en estos días llegó a tocar el precio de los $ 12,000 USD. Estamos hablando de alrededor de $ 8,000 USD de diferencia contra su valor más alto en su historia y según el comportamiento que tiene, combinado con los factores antes mencionados, no tiene pinta de querer bajar.
Bitcoin está en una situación totalmente mejorable y gracias a su comportamiento al alza, se ve como un rayo de luz en estos momentos financieros de total incertidumbre.
A pesar de todo esto, uno de los puntos que más se critica a la criptomoneda es el efecto látigo que tiene. Después de alcanzar su clímax en diciembre de 2017, llegaron los primeros meses de 2018 y con ello, la baja drástica de la criptomoneda.
Algunos inversionistas temen que vuelva a presentar un efecto de este tipo debido a la volatilidad que ha llegado a presentar la criptomoneda, sin embargo, los expertos creen que no va a suceder lo mismo o por lo menos, no con el impacto que llegó a presentarse en 2017.
Es cierto que no se sabe cuando vaya a acabar esta situación que tiene de cabeza a la mayoría, pero también es cierto que en momentos como este de total descontrol, es cuando más cabeza fría debe tenerse.
La economía de muchos países posiblemente entre en una recesión, pero es el momento de que la sociedad se ocupe y no se preocupe porque de otra manera, se volverá a tener la guardia baja ante una adversidad. Hay que voltear a ver a otros horizontes cuando las cosas no vayan tan bien y en algunos momentos, tratar de sacar ventaja de situaciones desfavorables como lo hicieron estos inversionistas al depositar su confianza en el Bitcoin.
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