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El valor de las materias primas en los Estados Unidos ha ido presentando un incremento sustancial, esto de acuerdo a diversos reportes dados a conocer recientemente en lo que va de los últimos treinta días.
El crecimiento del valor de varias materias primas, están teniendo un comportamiento muy similar, esto debido a que mercancías como el petróleo lograron llegar a un máximo de setecientos treinta días, asimismo, el valor de la madera alcanzó un trecientos setenta y siete por ciento en tan solo 365 días, y ello sin mencionar el valor de la mercancía electrónica, ya que todos estos dispositivos tienen actualmente un diez por ciento más costosos, parte, debido al alza del cobre, metal que también ha logrado alcanzar niveles récord.
Estos no son los únicos productos que han presentado una alza de valor, ya que otros en el área de alimentos como la soja y el maíz simplemente se han elevado bastante, al igual que la carne de res y de cerdo.
Al respecto, el precio de la carne de cerdo presentó un crecimiento de un 2.6 por ciento en abril y un 4.8 por ciento con relación al 2020, mientras que el valor de la carne de res, a pesar de que se mantuvo relativamente sin cambios durante el mes, ha subido un 3.3 por ciento con respecto al año anterior.
Esta alza de precios tiene una franca explicación, ya que, de acuerdo con el economista de la American Farm Bureau Federation, Michael Nepveux, uno de los principales factores para la presente alza de precios, es la falta de mano de obra en la industria, derivada de una larga temporada de desaceleraciones y cierres debido al coronavirus, aunado a un altos costos de los granos y de transporte; junto con una fuerte demanda interna.
Al respecto, el pasado lunes, la compañía global de servicios bancarios y financieros con sede en la ciudad de Fráncfort del Meno, Deutsche Bank, dio a conocer un reporte en el que realizó una clara advertencia a los Estados Unidos, sobre todo en el tema de la inflación.
El estudio contó con la participación de destacados economistas, como el Deutsche’s chief economist, David Folkerts-Landau, el jefe de la economic research de la firma, Peter Hooper y el investigador Jim Reid.
Este grupo de destacados economistas, puntualiza en el informe, que el crecimiento de la inflación podría resultar para la nación norteamericana en una “bomba de tiempo”, además de indicar que el banco central de Estados Unidos podría por tanto, resentir las secuelas de decidir retrasar las acciones.
"La principal secuela de dicho retraso será una mayor interrupción de la actividad económica y financiera de lo que sería el caso cuando la Fed finalmente actúe…Por tanto, este podría ser un factor desencadenante para que se cree una recesión reveladora, además de propiciar una cadena de dificultades financieras a lo largo de todo el planeta, sobre todo en los mercados emergentes", señaló el economista Folkerts-Landau en el citado reporte.
No obstante, el inicio de la inflación puede que se dé de manera más tardía de lo que se podría esperar, esto debido a que las diversas economías actualmente tienen mucho mayor fluidez que en 2020.
Por tanto, es factible que las personas decidan invertir una pequeña parte de sus ahorros y cada vez un poco más, a medida que las economías se reactivan, de acuerdo con el economista Folkerts-Landau.
Cabe decir que, los mercados extranjeros han comenzado a sentirse incómodos y preocupados, ante el panorama de una posible inflación en los Estados Unidos, sobre todo porque los mercados de Asia y de Europa, ya han comenzado a sentir algunas afectaciones a causa de las preocupaciones sobre los datos de inflación del país gobernado por Joe Biden.
La economía de los activos digitales no ha tenido el desempeño que muchos consideraron que tendría frente a la inflación, mientras otro tipo de activos, como lo es el oro, sí que ha registrado un crecimiento relevante en el valor de los recelos bancarios que se apoderan de Estados Unidos.
Por tanto, el grupo de economistas de Deutsche, ha señalado que la Federal Reserve System tiene la posibilidad de ser paciente durante un lapso de un año, con la finalidad de continuar siendo tolerante con tasas de inflación más altas.
“Puede que tarde hasta 2023, sin embargo, la inflación volverá. Y si bien es admirable que esta paciencia se deba al hecho de que las prioridades de la Fed se están desplazando hacia los objetivos sociales, descuidar la inflación deja a las economías globales en una bomba de tiempo, cuyos efectos podrían ser devastadores, sobre todo para los más vulnerables de la sociedad”, señalaron.
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