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Durante décadas, el dólar estadounidense fue la moneda elegida por los ahorristas para resguardar su dinero. Este método, se da mayormente en países subdesarrollados, como los asiáticos, africanos y latinoamericanos, territorios donde suele haber inflación y las activos pierden valor.
En 2002, con la entrada en circulación del euro, la moneda usada por las naciones miembros de la Unión Europea, muchos ahorristas se volcaron por este activo. Su mínima inflación anual de 1.6% y su precio resulta muy seductor.
Hoy, Bitcoin también conforma este grupo de monedas de resguardo. Y el análisis realizado por el estudio Glassnode, proveedor de datos e inteligencia de blockchain que genera métricas y herramientas innovadoras en cadena para las partes interesadas de los activos digitales, lo confirma: más del 60% de los actuales criptoactivos no se ha movido en un año.
60% of the #Bitcoin supply hasn't moved in over a year, showing increased investor hodling behaviour.
— glassnode (@glassnode) May 29, 2020
Last time we saw these levels was right before the $BTC bull market of 2017. pic.twitter.com/mRXQmhUzGu
Este resultado explicó un incremento en el ánimo denominado hodler. ¿Qué significa este término? Es una derivación del concepto en inglés holder y es aquella persona que cree que bitcoin va a ser el próximo patrón monetario y por lo tanto se dedica a juntar y coleccionar criptoactivos. Estos usuarios acumulan con el deseo de que se revalorizarán mucho y que harán una buena diferencia económica. Por eso mismo, no lo utilizan en transacciones y lo único que hacen es resguardarlos.
La última vez que tanto BTC fue hodleado fue en 2016, antes del boom alcista en 2017, en el que la criptomoneda llegó a un máximo de 20 mil dólares. Actualmente, el precio está en casi la mitad de aquel momento.
En vistas al futuro, los inversores de BTC se mostraron optimistas con respecto a cómo se está comportando el mercado y lo que puede suceder en los próximos meses. Los analistas sugieren de que habrá un alza pronunciado en el corto plazo.
Todas estas especulaciones llegan en un momento difícil para las criptomonedas después de la estrepitosa caída de marzo, mes en el que se redujo el precio de BTC a la mitad. Sin embargo, esos tristes días parecen haber quedado en el pasado, ya que el activo digital más importante del mercado se recuperó rápido y de una forma sorprendente.
En tanto, el hodler Net Position, que significa el cambio de posición mensual de los inversores a largo plazo, siguió siendo positivo durante la caída y ha subido a nuevos niveles. Eso quiere decir que los usuarios de BTC no se asustaron en dicho momento, sino que mantuvieron la postura de que esta criptomoneda será el futuro.
El mes pasado, en otro análisis realizado por Glassnode, el proveedor de datos expresó que los inversores a largo plazo se aferraban a sus criptoactivos, mientras que los inversores minoristas utilizaban los bajos precios de la crisis, como la de hace unos meses, para invertir más.
La metodología de Glassnode no es la única para analizar a BTC. Existe el market cap, por ejemplo, que se calcula sumando el precio de una moneda y multiplicándolo por el total de monedas en circulación. Otra empresa de la talla de Glassnode, Coin Metrics, considera que el Bitcoin inactivo debería dejarse fuera de los cálculos sobre la capitalización del mercado, que es considerado un indicador importante en la salud del mercado de la criptomoneda.
Coin Metrics tiene su propia medida, la cual escribió: “Si una moneda se movió por última vez en 2017 cuando el precio del activo era de $ 2, 500 dólares, esa moneda en particular tendría un precio de $ 2, 500 dólares en lugar del precio de mercado actual”. La capitalización realizada puede calcularse calculando las sumas de los precios de estas monedas.
Mientras los amantes de las criptografía insisten que las criptomonedas serán el futuro de la economía mundial, actualmente el uso real de estas es muy escaso. Si apenas el 1% de la población tiene BTC y de ese 1% solamente el 40% lo usa para comercializar, la fracción es mínima. Su inactividad no significa un aspecto positivo: los usuarios de BTC confían en que dará el salto en el corto, mediano o largo plazo y ahí verán los frutos de la apuesta cosechada.
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