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La calma antes de la tormenta es una frase popular que pinta de cuerpo entero lo que sucedió previo a la quiebra de FTX. Las criptomonedas mostraban una leve recuperación después de otra tormenta, que había sido la explosión de Terra, hasta que se desató uno de los mayores escándalos en la historia de los activos digitales. Esto hundió los precios e hizo que muchos se cuestionaran su presencia en la industria.
Uno de los mercados más afectados de la industria fueron los cripto mineros. Este grupo en muchísimas ocasiones marcan la aguja de lo que pasará en el corto plazo, y sus recientes movimientos podrían ser importantes en el mercado cripto.
En un último reporte realizado por el grupo de cripto mineros más importantes del mundo Poolin, no entrega un panorama claro de qué sucederá, pero sí aporta información valiosa para tener en cuenta.
De acuerdo con el informe replicado por CryptoSlate, se registró la mayor salida de BTC a billeteras en los últimos dos años: 10,000 BTC, los que a precio actual tienen una valuación que ronda los casi $17 millones de dólares. Vale destacar que los beneficios de estos mermaron un 80% del máximo histórico y cada vez es menos rentable.
La gran pregunta que surge de las salidas de los mineros es saber si estas se realizaron para cubrir gastos diarios o cubrir los costos de energía que implica tener una granja minera y es que la dificultad de Bitcoin es cada vez más alta y los equipos para quedarse con las “recompensas” son muy costosos. Ni hablar de que en 2024 se dará un nuevo halving que entregará solamente 3.125 BTC por cada bloque aprobado a la cadena.
El otro interrogante importante, tal vez más valioso que el anterior, es saber qué harán los mineros con el BTC recaudado. Un gráfico de Glassnode muestra que el volumen de transferencia total de Bitcoin de los mineros, enviados a diferentes billeteras e intercambios, aumentó considerablemente a un máximo de 2 años después de la salida de 10 mil BTC de Poolin.
Sin embargo no queda claro si los retiros son hacia billeteras personales frías o a billeteras de intercambios. Este punto, que puede parecer menor, es el centro de la cuestión.
Si los BTC van a cold wallets es una señal alcista, ya que los mineros no están interesados en vender sino que están acumulando; en caso contrario, la tendencia será bajista y el precio podría volver a sufrir retrocesos. En la última semana tuvo un crecimiento del 2.55% contra un 6.54% de ETH.
Se estima, con los datos de noviembre, que los volúmenes de transferencia a los intercambios alcanzaron el máximo el 26 de noviembre con 650 BTC. Desde aquel día, la entrada de dinero a los principales exchanges, léase Binance, Coinbase, Kraken o KuCoin, ha retrocedido hasta los 50 BTC diarios, lo que es un número promedio.
Sin FTX en el camino, que previo a que presentara la quiebra movía grandes volúmenes de trading y visitas semanales, Binance se fortaleció y se despegó del resto. Según el registro de Coin Market Cap, el “banco” de Changpeng Zhao tiene un volumen de $12 mil millones de dólares y más de $15 millones de visitas semanales.
En volumen no hay ninguno que se le acerque y Coinbase, con $1.5 mil millones de dólares, es el principal competidor; más atrás están Kraken (570M), KuCoin (417M), Bitfinex (127M) y Bitstamp (161M).
En cuanto a visitantes, Bybit “pelea” con solamente 3.5 millones de usuarios. Los otros grandes mencionados están por debajo del millón a excepción de KuCoin que roza los casi 2 millones.
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