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Cada vez más las criptomonedas comienzan a ganar terreno a nivel mundial. Actualmente Tienen presencia en los cinco continentes y muchos países, entre ellos China, piensan en reemplazar el dinero de papel por el virtual. Sin embargo, su utilización también prende una alerta.
Para la producción de Bitcoin y la aprobación de sus transacciones son necesarios los mineros, quienes se llevan una porción de criptomonedas por garantizar que todo se dé como tiene que ser. Estos utilizan mucha energía para lograr su propia recompensa.
Mientras la red procesa la misma cantidad de transacciones diarias (entre 350 y 400 mil) que hace un poco más de dos años, el consumo de energía para minar Bitcoin y las emisiones de carbono realizados a raíz de esto alcanzaron su punto más alto. Este tema volvió a abrir el debate en un foro especializado en Reddit.
Esta no es la primera vez que se cuestiona a la criptomoneda por su daño al medioambiente. En 2019, un estudio de la Universidad tecnológica de Munich, Alemania, había investigado las consecuencias de la minería de bitcoin. También se había expresado al respecto la Universidad de Cambridge.
El Índice de consumo de electricidad de bitcoin de Cambridge, o CBECI, calcula cuánta energía se necesita para mantener la red de bitcoin en tiempo real, antes de usarla para calcular su uso anual de energía. Actualmente, el CBECI dice que la red global está consumiendo más de siete gigavatios de electricidad. En el transcurso de un año, equivale a alrededor de 64 TWh o teravatios-hora de consumo de energía. Eso es más de lo que Suiza o República Checa usa durante el mismo período de tiempo (58 TWh por año).
En el estudio “La huella de carbono de Bitcoin” se menciona que:
“El consumo anual de electricidad de Bitcoin es de 45.8 TWh estimando que las emisiones anuales de carbono oscilan entre 22.0 y 22.9 MtCO 2. Esto significa que las emisiones producidas por Bitcoin se encuentran entre los niveles producidos por las naciones de Jordania y Sri Lanka, que es comparable al nivel de Kansas City.”
Sin embargo, también está la otra postura. Los pro criptomonedas admiten que alto uso de electricidad para llevar a cabo las transacciones, pero la investigación de CoinShares revela que "Bitcoin es un 73% de energías renovables y está financiando una infraestructura renovable naciente”.
De acuerdo con el estudio “la mayoría de la electricidad utilizada por bitcoin en realidad proviene de fuentes limpias, como la eólica, la solar y la hidroeléctrica” volviéndola así “una de las industrias más ecológicas del planeta".
Debido a que detrás de Bitcoin no hay un banco central o una autoridad que rija la moneda, esta debe ser regulada a través de blockchain. Esto significa que cada transacción y movimiento necesita ser rastrea en un libro público distribuido en miles de computadoras, en diferentes bloques.
Con el tiempo, los cálculos necesarios para verificar un bloque se vuelven más difíciles y la recompensa otorgada a los mineros encargados de verificar cada transacción se reduce. La inestabilidad de su valor también afecta las recompensas otorgadas ocasionando que se cree una carrera armamentista para desarrollar un mejor hardware de la computadora para verificar más rápidamente las transacciones y un impulso para dedicar cantidades cada vez mayores de electricidad a la tarea.
Dado que entre el 60 y el 80 por ciento de los ingresos de la minería de Bitcoin se usan para el pago de la electricidad, los mineros están buscando ahorrar tanto en sus facturas de electricidad como sea posible, lo que les ha llevado a usar energías renovables o sustentables.
En el estudio realizado por CoinShares se descubrió que los mineros de bitcoin buscan regiones donde las fuentes de energía renovable no son aprovechadas.
"La razón por la que están haciendo esto es que las energías renovables varadas, y particularmente las hidroeléctricas subutilizadas e inutilizadas, es la energía a gran escala más barata que puedes encontrar. Es por eso que ves a los mineros acudiendo en masa a regiones donde abundan las energías renovables de alta potencia ", comentó Christopher Bendiksen, jefe de investigación de CoinShares.
Es por esto que, de acuerdo con el estudio, las regiones con altos niveles de energía renovable y baja demanda son a menudo áreas que vieron abandonar las industrias locales en los últimos años y posteriormente experimentaron un éxodo de población. Entonces, los mineros de bitcoin, que se preocupan más por los costos de electricidad que por la ubicación, se mudaron felices a cinturones de óxido con energía renovable en todo el mundo.
Mientras Bitcoin crece a pasos agigantados, la lupa está puesta en la energía utilizada. ¿Se podrán reducir los riesgos al medioambiente para que siga siendo un producto sustentable? El tiempo lo marcará.
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